Alcaldeando

Un fomento del bien común que tiene la doble vertiente de bienestar individual y de bienestar colectivo o cohesión social

Por: J.C Valero / día 22 de abril – 2015 / Link ABC.es

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Miles de personas andan estos días alcaldeando por nuestras calles. En especial, aquellos primeros ediles que aspiran a la reelección y los que se presentan en las listas electorales con aspiraciones de entrar en el gobierno de sus municipios. En un sistema democrático, la ciudadanía encomienda, no delega, a este numeroso grupo de vecinos la fundamental tarea de dirigir la gestión y promoción del bien común en ese gran espacio de libertad que son las ciudades, «donde reside la fuerza de los pueblos libres» (Tocqueville).

Un fomento del bien común que tiene la doble vertiente de bienestar individual y de bienestar colectivo o cohesión social. Los que salgan elegidos gestionarán entidades mucho mayores que cualquier empresa: con más personas, con un presupuesto más alto y, sobre todo, con una responsabilidad pública muy elevada y exigente. Ser alcalde o concejal de tu municipio es una de las aventuras más apasionantes en nuestra sociedad democrática. Pero no todo el mundo está preparado. En el libro «Alcaldeando» (Diëresis), escrito por Alberto Ruiz de Azua, que fue primer edil de Arrigorriaga durante doce años, destacan consejos de liderazgo y coaching para los electos, pero también para cualquier directivo o profesional que trascienda el mero negocio.

Ruiz de Azua justifica el título de su obra en que el idioma que se habla en Centro y Sudamérica está repleto de neologismos que nacen de convertir en verbo una idea o concepto. Si estás tomando un café, andas cafeteando. De igual forma, un candidato a la alcaldía o a recibir la encomienda de gestionar el bien común, anda estos días alcaldeando. El autor de este manual del candidato municipal recupera el concepto de «ejemplaridad pública» acuñado por el filósofo Javier Gomá, pues «debemos asumir el compromiso de que nuestro ejemplo produce en los demás una influencia civilizadora». La ejemplaridad como valor esencial, además del esfuerzo y el sacrificio, unida a la reflexión estratégica sobre el futuro, similar a la visión y misión de las empresas, para superar el cortoplacismo y el oportunismo.

Quienes salgan elegidos el 24 de mayo tendrán que enfrentarse a tres adversidades: los funcionarios, porque son más veteranos y no ejercen durante las 24 horas como los electos, de modo que cuando se les necesita no suelen estar; las asociaciones de todo tipo y los compañeros concejales. En este punto, el autor de «Alcaldeando» advierte que todos los candidatos deben de ser conscientes de que las decepciones más amargas vendrán de los propios compañeros. Los que ya son alcaldes lo saben bien. Algunos llevan mucho tiempo en el cargo y recuerdan cómo en la primera legislatura fueron Sancho el Fuerte, en la segunda Sancho el Sabio y en la tercera, Sancho Panza.